Resumen y crítica de El hábito de entrenar | Michael Bungay Stanier
Introducción
En un mundo en el que todo el mundo parece tener prisa, el poder de una comunicación buena y eficaz es más importante que nunca. En su libro transformador, El hábito del coaching, Michael Bungay Stanier desentraña los misterios de fomentar conversaciones productivas en nuestra vida profesional y personal. Ofrece estrategias prácticas para resistir el impulso de ofrecer consejos al instante, formular mejores preguntas y dominar el arte del silencio. Estas técnicas le permitirán desarrollar un poderoso hábito de coaching que mejorará significativamente su forma de liderar, influir y apoyar a los demás. No se trata sólo de ser un mejor directivo o colega; se trata de fomentar conexiones genuinas y beneficiosas con las personas que te rodean.
Acerca de Michael Bungay Stanier
Michael Bungay Stanier es una figura de renombre en el mundo del coaching y el desarrollo del liderazgo. Comenzó su carrera en el campo de la innovación y la creatividad, y más tarde fundó Box of Crayons, una empresa que ayuda a las organizaciones a pasar del asesoramiento a la curiosidad. Michael ha sido nombrado #1 Thought Leader en Coaching, y su libro The Coaching Habit ha vendido más de 700.000 ejemplares y es un Bestseller del Wall Street Journal. Además, sus otros libros, Do More Great Work y The Advice Trap, también han llegado a la lista de los más vendidos y siguen inspirando a líderes de todo el mundo.
StoryShot #1: Centrarse menos en los consejos
Aléjese del reflejo de ofrecer consejos constantemente. Este es el primer paso para convertirse en un mejor entrenador. Cuando das consejos, quitas a los demás la oportunidad de pensar críticamente y desarrollar soluciones. En su lugar, adopta un hábito de coaching que permita a los demás explorar posibilidades y encontrar sus propias soluciones.
Imagínese que un miembro de su equipo acude a usted para plantearle un problema. En lugar de aconsejarle de inmediato, podría hacerle preguntas abiertas para ayudarle a profundizar en el problema. Por ejemplo, podrías preguntar "¿Qué has probado hasta ahora?" o "¿Qué crees que podría estar causando este problema?". Esto permite al miembro del equipo pensar de forma crítica y proponer sus propias soluciones. Si adopta este hábito de coaching, estará capacitando a los miembros de su equipo para que desarrollen sus propias habilidades de resolución de problemas y sean más autosuficientes.
StoryShot #2: La cuestión del Kickstart
Una gran conversación empieza con una gran pregunta. La pregunta Kickstart, "¿Qué tienes en mente?", invita a la gente a ir al meollo de la cuestión y compartir lo que es más importante para ellos.
Supongamos que eres un directivo y quieres tener una reunión individual con uno de los miembros de tu equipo. En lugar de empezar la conversación hablando de temas relacionados con el trabajo, podrías empezar con "¿Qué tienes en mente?". Esta pregunta anima al miembro de tu equipo a compartir lo que sea más importante para él en ese momento, ya sea un tema relacionado con el trabajo o un asunto personal que esté afectando a su trabajo. Al iniciar la conversación de este modo, está demostrando que valora los pensamientos y sentimientos de los miembros de su equipo y está creando un espacio seguro para que compartan abiertamente. Esto puede ayudar a generar confianza y reforzar la relación laboral, así como a identificar cualquier problema o preocupación que pueda estar afectando al rendimiento del miembro de su equipo.
StoryShot #3: La cuestión AWE
Supongamos que está orientando a un miembro de su equipo que tiene dificultades con una tarea concreta. Ya le ha formulado algunas preguntas abiertas para ayudarle a explorar el problema, pero quiere animarle a pensar aún más profundamente. Aquí es donde la pregunta AWE "¿Y qué más?" puede ser muy útil.
Por ejemplo, un miembro de tu equipo podría decir: "Tengo problemas para terminar este proyecto a tiempo porque me siguen interrumpiendo los correos electrónicos". Podrías responderle: "Vale, entiendo que los correos electrónicos son una gran distracción para ti. ¿Y qué más está contribuyendo al problema?". Esta pregunta anima al miembro de tu equipo a pensar más allá de la respuesta obvia y a explorar otros factores que pueden estar afectando a su capacidad para completar el proyecto. Podrían responder diciendo: "Bueno, también tengo problemas para concentrarme cuando hay mucho ruido en la oficina". Al preguntarle "¿Y qué más?", está ayudando al miembro de su equipo a descubrir más puntos de vista y a identificar más opciones para abordar el problema. Esto puede conducir a una solución más creativa y eficaz que si se hubiera limitado a sacar conclusiones basadas en la información inicial facilitada.
StoryShot #4: Deja de contar y empieza a preguntar
Imagine que los miembros de su equipo tienen dificultades con una tarea concreta. Tu primer instinto puede ser intervenir y decirles lo que tienen que hacer. Sin embargo, si das un paso atrás y haces preguntas, puedes crear un espacio seguro para que los miembros de tu equipo se expresen, propongan sus propias soluciones y crezcan.
Por ejemplo, puedes empezar haciendo preguntas abiertas como "¿Qué ha supuesto un reto en esta tarea?" o "¿Qué has probado hasta ahora?". Esto permite a los miembros de tu equipo compartir sus pensamientos y sentimientos sin miedo a ser juzgados o criticados. A medida que responden a tus preguntas, pueden empezar a descubrir ideas o puntos de vista que no habían considerado antes. A continuación, puede seguir con preguntas más profundas como "¿Cómo podría abordar esta tarea de forma diferente?" o "¿Qué recursos necesita para tener éxito?". Estas preguntas pueden ayudar a los miembros de tu equipo a desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico y a encontrar sus propias soluciones.
Al preguntar a los miembros de su equipo en lugar de apresurarse a decirles lo que tienen que hacer, también les demuestra que confía en sus capacidades y las respeta. Esto puede ayudar a aumentar su confianza y motivación, lo que puede conducir a un mejor rendimiento con el tiempo. En última instancia, el poder de la indagación reside en su capacidad para crear un entorno de colaboración y apoyo en el que todos pueden aprender y crecer juntos."
StoryShot #5: La cuestión central
Supongamos que está dirigiendo una reunión de equipo para debatir un nuevo proyecto. A medida que avanza la reunión, se da cuenta de que la conversación empieza a desviarse y a perder el foco. La gente está sacando a relucir cuestiones tangenciales o discutiendo temas que no están directamente relacionados con el proyecto en cuestión. Aquí es donde la pregunta de enfoque "¿Cuál es el verdadero reto para usted?" puede ser muy útil.
Al hacer esta pregunta, está animando a los miembros de su equipo a pensar más profundamente sobre lo que es realmente importante para ellos en relación con el proyecto. Pueden responder diciendo cosas como: "Bueno, no estoy seguro de que tengamos suficientes recursos para completar esto a tiempo" o "Me preocupa que no estemos recibiendo suficientes aportaciones de las partes interesadas". Estas respuestas pueden ayudar a identificar los verdaderos problemas y retos que hay que abordar.
Una vez identificado el problema central, puede utilizar otras herramientas de coaching, como las preguntas abiertas o la pregunta AWE, para ayudar a los miembros de su equipo a explorar posibles soluciones. Al utilizar la pregunta de enfoque para reconducir la conversación, ayudas a tu equipo a mantenerse centrado en lo más importante y evitar que se atasque en detalles irrelevantes o distracciones.
StoryShot #6: La cuestión de la fundación
La pregunta básica "¿Qué quieres?" es una poderosa herramienta para ayudar a los demás a expresar claramente sus necesidades. Si estás teniendo una conversación con uno de los miembros de tu equipo sobre sus objetivos profesionales, podrías empezar la conversación haciendo la Pregunta Fundamental: "¿Qué quieres?". Esta pregunta anima al miembro de tu equipo a pensar en profundidad sobre lo que realmente quiere en su carrera, más allá de su función o responsabilidades actuales.
El miembro de su equipo podría responder diciendo: "Bueno, quiero llegar a ocupar un puesto de liderazgo". Esta respuesta ayuda a aclarar los objetivos de la conversación y proporciona una dirección clara para futuras discusiones o acciones. A continuación, puedes seguir con preguntas más profundas como "¿Qué habilidades o experiencias necesitas desarrollar para lograr este objetivo?" o "¿Qué pasos podemos dar para ayudarte a acercarte a este objetivo?".
Al utilizar la Pregunta Fundamental, también está ayudando a los miembros de su equipo a alinear sus acciones con los resultados deseados. Puede que descubran que necesitan desarrollar ciertas habilidades o adquirir ciertas experiencias para alcanzar sus objetivos profesionales. Al aclarar lo que quieren, también les ayuda a identificar oportunidades de crecimiento y desarrollo. En definitiva, la Pregunta Fundamental es una poderosa herramienta para ayudar a los demás a obtener claridad y centrarse en su vida personal y profesional.
StoryShot #7: Sin aprendizaje no hay impacto
La pregunta de aprendizaje "¿Qué te ha resultado más útil?" es una herramienta clave para garantizar que la persona a la que asesoras aprenda algo de la conversación. No basta con explorar los problemas e identificar soluciones; también hay que ayudar a los miembros del equipo a convertir esas ideas en acciones prácticas que puedan aplicar en su trabajo o en su vida personal.
Supongamos que está entrenando a un miembro de su equipo que tiene problemas con la gestión del tiempo. Ha mantenido una conversación productiva en la que ha explorado las causas del problema y ha identificado algunas posibles soluciones. Ahora es el momento de ayudar al miembro de su equipo a convertir esas ideas en acciones. Podrías hacerle la pregunta de aprendizaje: "¿Qué fue lo más útil para ti?". Esta pregunta anima al miembro de tu equipo a reflexionar sobre lo que ha aprendido de la conversación y a identificar los puntos clave que puede aplicar en su rutina diaria.
El miembro de su equipo podría responder diciendo: "Me he dado cuenta de que tengo que priorizar mis tareas de forma más eficaz y reservar momentos específicos para centrarme en el trabajo". Esta respuesta ayuda a consolidar las ideas de la conversación y a convertirlas en acciones prácticas que el miembro de su equipo puede poner en práctica inmediatamente. A continuación, puedes seguir con preguntas más profundas como "¿Cómo puedes incorporar estas ideas a tu rutina diaria?" o "¿Qué apoyo necesitas para hacer estos cambios?".
Al utilizar la Pregunta de Aprendizaje, está ayudando al miembro de su equipo a apropiarse de su aprendizaje y desarrollo. No se limitan a recibir consejos o instrucciones de usted, sino que reflexionan activamente sobre sus propias experiencias e identifican formas de mejorar. Esto puede conducir a cambios más significativos y sostenibles en el tiempo, a medida que el miembro de su equipo se hace más consciente de sí mismo y se autodirige en su crecimiento personal y profesional.
StoryShot #8: Entrenar a la persona, no al problema
Un coaching eficaz requiere comprender a la persona que está detrás del problema. A veces, el problema que se presenta puede no ser el problema real. Dedicar tiempo a comprender las motivaciones, experiencias y perspectivas de la persona puede ayudarla a identificar las causas profundas de sus problemas y a desarrollar soluciones más eficaces.
Por ejemplo, supongamos que está entrenando a un miembro de su equipo que tiene dificultades para alcanzar sus objetivos de rendimiento. Puede que le plantee el problema como una simple falta de habilidad o conocimientos. Sin embargo, si adopta un enfoque más empático y curioso, puede descubrir que hay cuestiones más profundas en juego. Tal vez el miembro de su equipo se sienta abrumado por la carga de trabajo o tenga problemas personales que afectan a su rendimiento.
Al comprender a la persona que está detrás del problema, puede establecer una conexión más fuerte con el miembro de su equipo y crear una relación de coaching más solidaria. Puede ayudarles a identificar las causas profundas de sus problemas y desarrollar estrategias para abordarlos. Este enfoque capacita al miembro de su equipo para afrontar sus retos y asumir la responsabilidad de su propio crecimiento y desarrollo.
En general, un coaching eficaz requiere un profundo conocimiento del individuo y de sus experiencias y perspectivas únicas. Si adoptas un enfoque empático y curioso, podrás establecer conexiones más sólidas con los miembros de tu equipo y ayudarles a desarrollar todo su potencial.
StoryShot #9: Domar al monstruo de los consejos
El "monstruo del consejo" es una tendencia común a proponer soluciones en lugar de escuchar. Si adoptamos una mentalidad de coaching, podemos entablar conversaciones más profundas. Por ejemplo, al asesorar a un miembro del equipo con problemas de comunicación, formule preguntas abiertas como "¿Qué ha intentado hasta ahora?" para ayudarle a identificar sus propias soluciones. De este modo, se les capacita para que se hagan cargo de su crecimiento y desarrollo, lo que da lugar a conversaciones más significativas que generan confianza y colaboración a lo largo del tiempo.
StoryShot #10: La práctica hace al maestro
Desarrollar un hábito de coaching requiere un cambio de mentalidad y de hábitos. Se necesita tiempo y práctica para desarrollar nuevas habilidades e integrarlas en las interacciones diarias. Una estrategia eficaz es empezar poco a poco y centrarse en una o dos técnicas de coaching cada vez. Por ejemplo, puede intentar utilizar la pregunta AWE ("¿Y qué más?") para fomentar una reflexión y exploración más profundas en sus conversaciones. O puedes practicar la escucha activa resumiendo lo que ha dicho la otra persona y devolviéndoselo.
Otro elemento clave para desarrollar un hábito de coaching es la constancia. Es importante hacer del coaching una parte habitual de tus interacciones con los demás, en lugar de una actividad ocasional. Esto puede implicar reservar un tiempo para las conversaciones de coaching, integrar el coaching en las reuniones de equipo o en las reuniones individuales, o simplemente ser más consciente e intencionado en tus interacciones diarias.
Por ejemplo, supongamos que usted es un directivo que desea desarrollar un hábito de coaching con su equipo. Podría empezar reservando entre 10 y 15 minutos a la semana para mantener conversaciones individuales de coaching con cada miembro de su equipo. Durante estas conversaciones, podría centrarse en una o dos técnicas de coaching, como la escucha activa o las preguntas abiertas. Con el tiempo, podría integrar gradualmente más técnicas de coaching en sus interacciones, desarrollando sus habilidades y profundizando sus relaciones con los miembros de su equipo.
Al integrar estas técnicas en sus interacciones diarias, puede pasar de dar consejos a ser un coach de alto impacto. Esto puede conducir a conversaciones más significativas, relaciones más sólidas y mejores resultados para ti y los que te rodean.
Resumen y revisión final
El hábito del coaching", de Michael Bungay Stanier, es una guía transformadora que reconfigura nuestra forma de entender el coaching. El libro ayuda a resistir el impulso instintivo de dar consejos y, en su lugar, promueve una cultura de curiosidad e indagación. Los puntos clave son:
Domar al monstruo de los consejos para dejar espacio para que otros piensen y crezcan.
El poder de las preguntas potentes, como la pregunta de arranque, la pregunta AWE, la pregunta de enfoque y la pregunta básica.
El énfasis en aprender de cada conversación utilizando la Pregunta de Aprendizaje.
La importancia de entrenar a la persona, no sólo al problema.
No olvides compartir tus principales conclusiones y etiquetarnos en las redes sociales.
Crítica
Aunque el libro ofrece una perspectiva perspicaz del coaching, algunos lectores podrían encontrar la sencillez de las técnicas demasiado básica o la repetitividad de los conceptos algo tediosa. Sin embargo, la esencia misma del libro reside en su sencillez, que hace que el arte del coaching sea accesible para todos.
Clasificación
Nuestra puntuación de El hábito de entrenar de Michael Bungay Stanier es 4,4/5. Cómo calificaría el libro de Michael Bungay Stanier?