Resumen de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
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Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva Resumen, análisis y crítica | Stephen R. Covey

Poderosas lecciones de cambio personal

Resumen de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva

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DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Este es un no oficial resumen y análisis. No está afiliado, autorizado, aprobado, licenciado o respaldado por el autor o el editor del libro en cuestión.

La perspectiva de Stephen Covey

Stephen Covey era una autoridad en materia de liderazgo respetada internacionalmente. Tiempo le reconoció como uno de los 25 estadounidenses más influyentes. También fue experto en familia, profesor, consultor de organizaciones y autor. Cada uno de estos logros se construyó sobre su sólida base académica. Covey participó con entusiasmo en los debates escolares y se graduó antes de tiempo en el instituto. A continuación, asistió a la Universidad de Utah y obtuvo una licenciatura en Administración de Empresas, seguida de un MBA en la Universidad de Harvard. Desvió su atención de los estudios empresariales a los estudios de doctorado en religión. El libro más popular de Covey, Los 7 hábitos de la gente altamente efectivaha vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo desde su publicación en 1989.

Parte I - Paradigmas y principios

Sinopsis

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva desafía la autoayuda tradicional que fomenta la ética de la personalidad, como la imagen y la actitud. Covey sugiere a los lectores que utilicen en su lugar una ética del carácter. Una ética del carácter se basa en principios intemporales, como el valor y la integridad. Para hacer esta transición, tendrá que pasar por lo que Covey llama un cambio de paradigma. Una persona eficaz ha aprendido a realizar el cambio de paradigma de fuera a dentro. Ha progresado a lo largo del continuo de crecimiento de la dependencia a la independencia y finalmente a la interdependencia. Una persona eficaz también ha encontrado el equilibrio de la producción mientras aumenta su capacidad de producir. Para convertirse en una persona eficaz, tiene que fomentar un cambio de paradigma en su visión del mundo adoptando los siete hábitos de las personas altamente eficaces.

Los tres primeros hábitos son hábitos de autodominio, o victorias privadas. Estos son:

  1. Sea proactivo
  2. Empezar con el fin en mente
  3. Lo primero es lo primero

Estos tres deben ser lo primero. Después de adoptar estos hábitos, puedes utilizar los tres hábitos de las victorias públicas. Estos tres hábitos se basan en la interdependencia. Son:

  1. Piensa en ganar-ganar
  2. Busca primero entender, luego ser entendido
  3. Sinergia 

El último hábito se basa en la mejora continua y es clave para el buen funcionamiento y la renovación de los seis primeros. Este hábito es: 

  1. Afilar la sierra

Parte II - Victoria privada

Hábito 1: ser proactivo

Covey te anima a reconsiderar la definición de proactividad que te da el diccionario. También debe olvidar cómo ha aprendido a pensar en esta palabra no solo en su vida personal sino también en su trabajo.

En primer lugar, no podemos entender la proactividad sin entender el comportamiento humano. Los paradigmas ampliamente aceptados del comportamiento humano son:

1) Determinismo genético (eres quien eres debido a tus genes)

2) Determinismo psíquico (tu infancia y crianza moldearon tu personalidad)

3) Determinismo ambiental (las cosas que te rodean determinan lo que eres)

La opinión predominante basada en estos paradigmas es que en el fondo somos animales. Por tanto, estamos obligados a dar una respuesta específica a los estímulos. Dicho esto, Covey cita al psiquiatra y víctima del Holocausto Viktor Frankl: "Entre el estímulo y la respuesta, el hombre tiene la libertad de elegir". Estamos influenciados por los estímulos de nuestro entorno, como las palabras y acciones de los demás, pero tenemos el libre albedrío para elegir nuestra respuesta.

Esta libertad de elección es fundamental para ser proactivo. El autor define la proactividad (y el cambio de paradigma que conlleva) como el ejercicio de tu libertad para elegir la autoconciencia, la imaginación, la conciencia o la voluntad independiente. Un paradigma es la visión subjetiva que tenemos de nuestro entorno. Como ejemplo, Covey explica que experimentó un cambio de paradigma una mañana en el metro de Nueva York. Él y los demás pasajeros estaban disfrutando de la tranquilidad de la lectura antes de que un padre entrara en el vagón del metro con sus ruidosos hijos. A Covey le molestó que esta familia rompiera el silencio y le preguntó al padre si podía controlar a sus hijos. Este padre le explicó que lo estaba intentando, pero que todos estaban conmocionados porque la madre de los niños había fallecido apenas una hora antes. En ese momento, Covey experimentó un cambio de paradigma, pasando de la molestia a la compasión. Este ejemplo demuestra que los cambios de paradigma tienen el potencial de producir un poderoso cambio en tu vida. 

Podemos crear nuestros propios cambios de paradigma desafiando esos paradigmas aceptados del comportamiento humano. Tu infelicidad y tu falta de éxito se basan en la elección de dejar que algo te haga ser así. Pero tenemos una elección en el espacio entre un estímulo y cómo respondemos. Por lo tanto, tenemos que elegir nuestra respuesta. La respuesta óptima es ser proactivo. 

Nótese que la idea de proactividad de Covey no minimiza el efecto de la genética, la educación y el entorno. Pero debemos reconocer nuestra responsabilidad para dar forma a nuestras respuestas a estos factores.

La proactividad no es simplemente optimismo. Por el contrario, la proactividad consiste en comprender la realidad de una situación y hacerse cargo de ella. 

Círculo de influencia

Covey explica que todos tenemos un "círculo de preocupación" que representa todas las cosas que nos preocupan. Sólo podemos influir en una pequeña parte de los acontecimientos de nuestro círculo de interés. Esta pequeña porción se llama tu "círculo de influencia". Muchas personas gastan su tiempo y energía preocupándose o quejándose de las cosas que no pueden controlar. Cuanto más te centres en los factores que están fuera de tu control, es decir, fuera de tu círculo de influencia, menos características controlarás. Covey describe esto como ser "reactivo". Y como resultado, tu círculo de influencia se reducirá. Al mismo tiempo, al centrarse en los factores que están bajo su control, descubrirá que su círculo de influencia crece. Stephen Covey describe esto como ser "proactivo".

Un ejemplo de ampliación del círculo de influencia es cuando tu productividad se traduce en un ascenso. En ese caso, tienes una mayor influencia sobre tus empleados. Pero después del ascenso, debe seguir siendo consciente de dónde se encuentra su círculo de influencia. Por ejemplo, si le dan un puesto de dirección, seguirá teniendo poca influencia sobre los ejecutivos. En este caso, puede ser proactivo para mejorar la productividad de su equipo y encontrar oportunidades para hacer crecer su círculo de influencia para incluir a los ejecutivos. Dicho esto, no debe perder el tiempo preocupándose por los ejecutivos cuando tiene poca influencia sobre ellos.

Para cambiar tu enfoque hacia tu círculo de influencia, deja de hablar de "tener/tener". Un ejemplo de este tipo de conversación es "Si tuviera un trabajo mejor". En su lugar, empieza a usar "ser", como en "puedo ser más eficiente". 

Hábito 2: Empezar con el fin en mente

Todo se crea dos veces. Primero se crea algo en la mente. Luego se convierte en una realidad física. 

Pero supongamos que no eliges conscientemente controlar tus creaciones mentales. En ese caso, tu vida se crea por defecto. En esencia, tu vida está moldeada por circunstancias aleatorias y por las expectativas y agendas de otras personas. Covey utiliza el ejemplo de una escalera para explicar este punto. Si tu escalera no se apoya en la pared correcta, cada paso que das te lleva más rápido al lugar equivocado. La lección aquí es que si no tienes en cuenta tu fin, avanzarás en la dirección equivocada.

Empezar con el fin en mente significa abordar cualquier función que tengas en la vida con valores y direcciones claras. Como somos conscientes de nosotros mismos, podemos darnos cuenta de cuándo no estamos en armonía con nuestros valores o no estamos utilizando un diseño proactivo. Por lo tanto, coloca el resultado que quieres en el centro de tu vida. Esos asuntos en el centro de tu vida serán la fuente de tu seguridad (tu sentido de valía), la guía (tu fuente de dirección), la sabiduría (tu perspectiva) y el poder (tu capacidad para actuar y lograr).

La mayoría de las personas no se toman el tiempo de alinear sus valores con su centro. Como resultado, tienen múltiples centros. Las personas pueden estar centradas en el cónyuge, en la familia, en el dinero, en el trabajo, en el placer o en sí mismas. Muchos de estos centros son aceptables. Pero Covey explica que no es saludable depender de cualquiera de estos centros para obtener seguridad, orientación, sabiduría o poder. 

En cambio, para ser una persona eficaz, necesitas tener un centro de "principios". Tu centro de principios debe basarse en valores intemporales e inmutables. El centro de principios pone todos los demás centros en perspectiva. También te permite ver que, al igual que todos los ladrillos de una casa tienen un propósito, todas tus acciones tienen un propósito.

Declaración de misión personal

La mejor manera de asegurarse de que su vida está alineada con sus principios es escribir una declaración de misión personal. Covey sugiere enfocar su declaración de misión personal desde la perspectiva de los roles y los objetivos. ¿Quién quieres ser y qué quieres conseguir? Una declaración de misión auténtica es una parte clave para ser eficaz. Hay que dedicar tiempo y esfuerzo para adquirir la perspectiva adecuada y prepararse para el siguiente hábito.

Hábito 3: Dar prioridad a lo primero

El Hábito 3 utiliza acciones basadas en los cambios mentales asociados a los Hábitos 1 y 2. Covey caracteriza los Hábitos 1 y 2 como liderazgo. Después de establecer estos dos Hábitos, se puede empezar a considerar la gestión. La gestión es el núcleo del Hábito 3.

La gestión eficaz implica poner lo primero y hacer lo que los demás no quieren hacer. A partir de los Hábitos 1 y 2, debes tener un "sí" ardiente en tu interior. Este "sí" debe permitirte decir "no" a otras circunstancias que no se alinean con tus principios y objetivos. 

El autor explica que hay cuatro tipos de actividades. Las actividades son urgentes/no urgentes e importantes/no importantes. Hay que aumentar la cantidad de tiempo que se dedica a las tareas importantes no urgentes y reducir la cantidad de tiempo que se dedica a las tareas urgentes no importantes. El resultado será enfocar las cosas desde dentro hacia fuera. Esto significa que empiezas con tu núcleo sólido de principios. Así, cuando surjan los problemas, los verás como piezas del conjunto y no como el propio conjunto. 

Para resaltar este punto, Covey habla de su tiempo de trabajo con gerentes de centros comerciales. Se dio cuenta de que dedicaban menos del 5% de su tiempo a establecer relaciones con los propietarios de las tiendas a pesar de conocer el impacto positivo de hacerlo. Perdían su tiempo en tareas urgentes y sin importancia que podían ser delegadas. Para hacer frente a esta situación, los directores asignaron un tercio de su tiempo a mejorar estas relaciones. El resultado fue:

  • Aumento de la satisfacción de los directivos
  • Aumento de los ingresos

Ya ves que la gestión del tiempo es clave para dar prioridad a lo primero. Así pues, establece un horario para la semana con antelación, manteniendo al mismo tiempo la flexibilidad para cada día.

Covey describe cuatro niveles de gestión del tiempo:

Nivel 1: Notas y listas de control (reducir la carga cognitiva en el presente para poder pensar en el futuro)

Nivel 2: Calendarios y agendas (mirar hacia delante para organizar mejor el tiempo futuro)

Nivel 3: Planificación diaria mediante el establecimiento de objetivos y la priorización. La mayoría de la gente nunca supera este nivel.

Nivel 4: Clasificar las actividades y excluir intencionadamente algunas de ellas

El cuarto nivel de la gestión del tiempo

En este cuarto nivel es donde el autor nos pide que actuemos. Toma prestada la herramienta para esta categorización de Dwight Eisenhower. Un gestor del tiempo eficaz dedica el mayor tiempo posible a las actividades que son importantes antes de que se conviertan en urgentes. Por ejemplo, dan prioridad a la creación de relaciones, a la planificación a largo plazo y al mantenimiento preventivo. Cuanto más tiempo dediques a adoptar este enfoque, menos tiempo pasarás haciendo tareas que no son urgentes o importantes. Delegue o elimine de otro modo todo lo que sea urgente y no importante o importante y no urgente.

La mayoría de la gente suele centrarse en asuntos urgentes que pueden ser o no necesarios. Este enfoque rara vez nos permite ser eficaces. Intentamos salir de este círculo vicioso siendo más disciplinados. Pero el autor sostiene que nuestro problema probablemente no sea la falta de disciplina. Lo más probable es que tus prioridades no estén arraigadas en tus valores.

Parte III - Victoria pública

Hábito 4: Pensar en ganar-ganar

Cuando Covey nos dice que pensemos en ganar-ganar, no esboza una actitud positiva poco realista. En cambio, define la mentalidad de ganar-ganar como la búsqueda de una tercera alternativa al enfoque "yo o tú". 

La mayoría de las personas viven en uno de los siguientes cuatro paradigmas alternativos improductivos:

1) Ganar-perder (autoritario o egoísta)

2) Perder-ganar (ser un pusilánime, ya que estás aceptando la derrota para que otro pueda ganar)

3) Perder-perder (cuando dos personas que ganan-perder interactúan, hay poco espacio para la mejora personal o del equipo)

4) Ganar (centrado únicamente en tus resultados y no en el éxito del equipo)

Para escapar de estas mentalidades improductivas, debemos desarrollar los tres rasgos de carácter esenciales para el paradigma de ganar-ganar:

1) Integridad (el valor que nos damos a nosotros mismos)

2) Madurez (el equilibrio entre el valor y la consideración)

3) Abundancia (que proviene de una sensación de valor y seguridad personal)

Piensa en tus relaciones como si fueran cuentas bancarias emocionales. Al hacer depósitos de forma proactiva, te aseguras de que los fondos emocionales estarán ahí cuando llegue el momento de retirar dinero. Ganar-ganar es a menudo un reto, pero resulta mucho más fácil si se crea una cuenta bancaria emocional considerable. La amabilidad, el cumplimiento de los compromisos y la empatía son formas de aumentar la cuenta bancaria emocional de la relación.

Para entender mejor qué es una decisión en la que todos ganan y cómo se estructura, Covey proporciona las siguientes características asociadas a los tres rasgos esenciales del carácter:

  1. Integridad - Mantenerse fiel a sus valores y compromisos
  2. Madurez - Expresar sus ideas con confianza, pero también tener en cuenta las opiniones de los demás
  3. Mentalidad de abundancia - Creer que hay abundancia para todos

Covey insiste en que no hay que sacrificar estos activos que facilitan la productividad a largo plazo sólo por los resultados. Para explicar este punto, vuelve a contar una famosa fábula. Cuenta la historia de un granjero que mata a una gallina que pone huevos de oro para conseguir más huevos de inmediato. Pero pronto se da cuenta de que fue un error porque ahora no tendrá más huevos. La lección de esta historia es que los activos que apoyan la producción (capacidad de producción) deben valorarse más que la propia producción. También hay que equilibrar la producción de los resultados deseados (P) y la capacidad de producción (PC). Covey llama a esto el equilibrio P/PC.

 Los tres activos que apoyan la producción son:

  1. Activos humanos
  2. Activos financieros
  3. Activos físicos

En la mayoría de las situaciones difíciles, el problema es el sistema y no las personas. Muchos problemas complicados pueden resolverse si te preguntas cómo puedes mejorar el sistema.

Hábito 5: Buscar primero la comprensión y luego ser comprendido

Si quiere interactuar eficazmente con las personas e influir en ellas, primero debe entenderlas. Puede que sea de sentido común, pero la mayoría de las personas no dan prioridad a la comprensión. Por el contrario, lo que más les preocupa es que les entiendan.

Una vez más, Covey desglosa las cosas en un marco paso a paso que hace que su comportamiento sea más fácil de entender. Aquí están sus cuatro niveles de escucha:

1) Ignorar

2) Fingir que se escucha

3) Escucha atenta

4) Escucha empática

Escucha empática

Los tres primeros se explican por sí mismos, pero es posible que no hayas oído antes el término "escucha empática". La escucha empática implica experimentar el marco de referencia de otra persona "escuchando" su lenguaje corporal, su tono, su expresión y sus sentimientos. También significa eliminar por completo los objetivos de escuchar con el fin de formar una respuesta o establecer una conexión. En su lugar, hay que centrarse en comprender a la otra persona para poder ganarse su confianza. La escucha empática es un tremendo depósito en la cuenta bancaria emocional.

En contraste con la escucha empática, tendemos a escuchar desde nuestro propio punto de vista (aunque escuchemos con atención) y tenemos estas respuestas:

1) Evaluar (de acuerdo o en desacuerdo)

2) Probar (hacer preguntas desde nuestros puntos de vista)

3) Aconsejar (dar consejos basados en nuestras propias experiencias)

4) Interpretar (explicar las acciones de las personas en función de nuestras motivaciones)

Debemos escuchar con empatía en lugar de forzar nuestras respuestas naturales en cada situación. Si lo hacemos, podemos ir más allá de los intercambios transaccionales y tener un impacto significativo. Si se satisface la necesidad de ser comprendido, se puede pasar a ser productivo. 

Este hábito es poderoso porque siempre está en tu círculo de influencia entender inicialmente, y luego ser entendido. Cuando las personas se entienden, se abre la puerta a soluciones en las que todos ganan.

Hábito 6: Sinergia

Covey cuestiona el apoyo de la literatura de autoayuda al individualismo y la independencia. Cree que la independencia crea obstáculos para el trabajo en equipo. Describe la sinergia como algo imposible de entender a menos que se haya experimentado. La sinergia se produce cuando un grupo de personas entra en un estado de flujo simultáneo y cooperativo. Covey lo define como la "experiencia cumbre" de la interacción grupal.

Pensemos en cómo podría ser esta experiencia cumbre. Puede que hayas practicado algún deporte en el que el equipo se haya unido por completo. Cuando esto ocurre, las jugadas de tu equipo empiezan a encajar como si se movieran como un solo cuerpo. O tal vez hayas actuado en un grupo de música. Imagina los momentos en los que cada nota se combina a la perfección. Por último, puede que recuerdes una emergencia en la que unos desconocidos se unieron para actuar con una cooperación sin precedentes. Todos estos son ejemplos de personas que eligen una ética del carácter en lugar de una ética de la personalidad. La ética del carácter fue más popular como enfoque de superación personal durante la Revolución Americana. Covey cree que esta ética está en la base del modelo de cooperación de la Constitución estadounidense. La cooperación idealista de los estados individuales de Estados Unidos refleja el valor de la interdependencia que Covey recomienda.

Estos ejemplos son lo que el autor entiende por sinergia: una experiencia cumbre compartida. Esta experiencia puede crearse como resultado de los cinco primeros hábitos. La clave aquí es que este tipo de sinergia no tiene por qué ser una experiencia rara. Podemos crearla en nuestra vida cotidiana. Empieza a vivir a un nivel superior poniendo en práctica los cinco primeros hábitos y añadiendo autenticidad y apertura. Además, rodéate de gente diversa y escucha sus opiniones. Si actúas a este nivel de forma constante, puedes llegar a ser más eficaz de lo que la mayoría de la gente puede soñar.

Parte IV - Renovación

Hábito 7: Afilar la sierra

Un hábito es algo que se practica repetidamente. Por tanto, necesitas tiempo para recargarte antes de practicar los demás hábitos. Esto significa dedicar tiempo a actividades que restauren tu estado mental, físico, espiritual y emocional. 

Covey ofrece un ejemplo para enfatizar este punto. Describe a un leñador que llevaba horas esforzándose por cortar un árbol. Un joven que lo observaba le sugirió al leñador que se tomara un descanso y afilara su sierra. El leñador respondió que estaba demasiado ocupado para detenerse. El joven le explicó que el leñador podría cortar el árbol mucho más rápido si se tomaba un descanso y afilaba su sierra. Esta solución podría ser también obvia para nosotros. Pero, ¿con qué frecuencia nos topamos con un muro, nos agotamos o seguimos trabajando sin dedicar tiempo a nuestras habilidades, conocimientos o salud emocional y física? La lección de esta historia es que tomarse el tiempo para mejorar nos ahorrará tiempo a largo plazo. 

Covey recomienda sacar tiempo para actividades que renueven lo que él clasifica como las cuatro dimensiones de la naturaleza humana:

1. Mental (leer, visualizar, planificar y escribir)

2. Físico (ejercicio, nutrición y gestión del estrés)

3. Emocional (servicio, empatía, sinergia y seguridad intrínseca)

4. Espiritual (clarificación de valores, compromiso, estudio y meditación)

El equilibrio también es clave. Si se descuida un área, se perjudica el resto. Así que dedica al menos una hora de cada día a estas prácticas.

Un equilibrio general de estas dimensiones es necesario para apoyar los otros seis hábitos. Un equilibrio eficaz puede conducir a un ciclo virtuoso de crecimiento personal continuo.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva Resumen final

La lección de este libro es que debes partir de un lugar de autenticidad para ser eficaz. Debes empezar con tus valores y construir con cada hábito sucesivo. 

Los 7 Hábitos Reestructurados

Para refrescar la memoria, he aquí los siete hábitos de las personas altamente eficaces:

Hábito 1: ser proactivo

Hábito 2: Empezar con el fin en mente

Hábito 3: Dar prioridad a lo primero

Hábito 4: Pensar en ganar-ganar

Hábito 5: Buscar primero la comprensión y luego ser comprendido

Hábito 6: Sinergia 

Hábito 7: Afilar la sierra

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva Crítica

Mucha gente critica los Siete Hábitos de la Gente Altamente Eficaz por vagos y anticuados. Sin embargo, estos no eran problemas del texto original, sino de sus seguidores. Covey y su obra fueron revolucionarios y mucha gente no comprendió la profundidad del contenido de su libro. A menudo pronunciaba discursos para dar seguimiento a las ideas de su libro y daba explicaciones más profundas para responder a las preguntas de su audiencia, compuesta a menudo por autores, periodistas, empresarios, dueños de negocios, mercadólogos, educadores y otros profesionales.

Clasificación

Calificamos Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva con 4,4/5.

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