Resumen y revisión de la comunicación no violenta | Marshall B. Rosenberg
Un lenguaje de vida: Herramientas que cambian la vida para una relación sana
Comunicación no violenta, de Marshall Rosenberg, es una guía transformadora que enseña a resolver conflictos y a construir relaciones más sólidas a través de la empatía y el diálogo compasivo: ¿preparado para cambiar tu forma de comunicarte? 💬
El libro "Nonviolent Communication" de Marshall Rosenberg es uno de los libros recientes más influyentes sobre comunicación. En él se expone un nuevo método de comunicación utilizado en situaciones personales o profesionales.
Los conceptos expuestos en este libro pueden cambiar potencialmente su vida para mejor. Una vez que lo hayas leído, no volverás a ver la comunicación de la misma manera.
Antecedentes de Marshall Rosenberg
Marshall Rosenberg fue un psicólogo estadounidense que desarrolló la Comunicación No Violenta (CNV), un método de comunicación centrado en la comprensión de las necesidades de los demás y la resolución de conflictos.
Se basa en la creencia de que todos los seres humanos tienen capacidad de compasión y que podemos conectar con los demás mediante una comunicación honesta y empática.
Rosenberg ha pasado su carrera trabajando con individuos, familias y organizaciones para ayudarles a mejorar sus habilidades de comunicación.
También enseñó la CNV a agentes de policía, mediadores, consejeros y otras personas que trabajan con personas en situaciones difíciles.
El trabajo de Rosenberg ha sido influyente en la resolución de conflictos, la educación y los negocios.
Introducción
La comunicación no violenta se basa en la premisa de que todos los seres humanos tienen capacidad de empatía y que todos compartimos el deseo común de ser felices y estar realizados.
Cuando interactuamos con los demás utilizando la comunicación no violenta, nos centramos en expresar nuestras observaciones, sentimientos, necesidades y peticiones de forma clara, concisa y respetuosa. También escuchamos profundamente a los demás cuando se expresan de esta manera.
La comunicación no violenta pretende mejorar nuestra capacidad de conectar con los demás y crear relaciones caracterizadas por el entendimiento y el respeto mutuos.
Recuerda que el proceso de Comunicación No Violenta no es una forma de conseguir lo que quieres de los demás. Por el contrario, es una forma de mejorar nuestra capacidad de conectar con los demás y crear relaciones caracterizadas por la comprensión y el respeto mutuos.
Por qué funciona la comunicación no violenta
La comunicación no violenta se basa en nuestra humanidad compartida y en la necesidad común de conexión. Cuando utilizamos este proceso, podemos ver a los demás no como adversarios, sino como seres humanos con sus propias necesidades y sentimientos.
La comunicación no violenta también funciona porque es un proceso, no un conjunto de reglas. Puedes utilizarla en cualquier situación, tanto si te comunicas con un amigo, un familiar, un compañero de trabajo o un desconocido.
Puedes utilizar este proceso no sólo para comunicar tus propios sentimientos, sino también para escuchar a los demás con compasión, validación y empatía.
La comunicación no violenta puede ayudarte a:
- Comprender mejor a los demás y a uno mismo
- Expresarse con más claridad
- Manejar los conflictos de forma constructiva
- Construir relaciones más fuertes y satisfactorias
- Conectar con los demás más profundamente
- Resolver las diferencias y crear un entendimiento mutuo
- Comprender mejor sus propias necesidades y sentimientos
- Comunicar sus necesidades y sentimientos de manera más eficaz
- Manejar las emociones difíciles de forma saludable
StoryShot #1: El proceso de comunicación no violenta se basa en la observación, los sentimientos, las necesidades y las peticiones.
El proceso de comunicación no violenta es una forma de interactuar con los demás que implica cuatro componentes esenciales: observar, sentir, necesitar y pedir. Combina el aprendizaje de la expresión honesta y la escucha honesta de los demás.
Observando
En este paso, observas lo que está ocurriendo sin emitir ningún juicio o evaluación. Esto puede ser difícil, pero recuerda que todos estamos tratando de satisfacer nuestras necesidades de alguna manera, aunque no lo parezca a primera vista.
Sentimientos
En este paso, expresas tus sentimientos sobre lo que está ocurriendo. Es esencial ser lo más específico posible al hacerlo. Por ejemplo, en lugar de decir: "Me siento enfadado", podrías decir: "Me siento frustrado porque no me escuchan".
Necesita
Uno de los principales objetivos de la comunicación no violenta es comprender las necesidades de los demás. Esto no significa manipularlos para conseguir lo que quieres, sino escuchar con la intención de empatizar.
Para ello, tienes que ser consciente de tus sentimientos y necesidades, así como de los sentimientos y necesidades de los demás. En este paso, identificas las necesidades que están causando tus sentimientos.
Una vez más, es esencial ser lo más específico posible. Por ejemplo, en lugar de decir "necesito atención", podrías decir "necesito sentirme escuchado y valorado".
Hacer peticiones
Una vez que hayas observado la situación y hayas identificado tus propios sentimientos y necesidades, puedes hacer peticiones a los demás que se basen en esas necesidades. Es importante recordar que las peticiones deben hacerse de forma respetuosa y clara.
En este paso, usted hace una petición específica a la otra persona que le ayudará a satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, puedes decir: "Me gustaría tener una conversación contigo sobre este tema".
StoryShot #2: Entender la diferencia entre "Yo siento" y "Yo pienso"
¿Cuál es la diferencia entre lo que sentimos y lo que pensamos? ¿Tenemos control sobre alguno de ellos? ¿Cómo distinguimos la diferencia?
Al utilizar el proceso de Comunicación No Violenta, debemos distinguir entre nuestros sentimientos y pensamientos.
Nuestros pensamientos se basan en nuestras creencias y juicios sobre el mundo. A menudo están influidos por nuestras experiencias pasadas y pueden ser parciales. Los pensamientos también pueden cambiar en función de nueva información.
Por otro lado, nuestros sentimientos se basan en nuestras experiencias actuales y no están influidos por nuestras experiencias o juicios pasados.
Es esencial distinguir entre nuestros pensamientos y sentimientos porque nuestros pensamientos a veces pueden interponerse en nuestra capacidad de empatizar con los demás.
Por ejemplo, si pensamos: "Esta persona está haciendo el ridículo", es poco probable que podamos empatizar con ella. Sin embargo, si podemos identificar nuestro sentimiento como "frustración", es posible que podamos empatizar con la otra persona y comprender sus necesidades.
Cuando podemos distinguir entre nuestros pensamientos y sentimientos, podemos comunicarnos más eficazmente y conectar con los demás más fácilmente.
StoryShot #3: Notar el pensamiento prejuicioso y el lenguaje sin elección
Una vez que te concentres conscientemente en el pensamiento crítico, te darás cuenta de que lo haces más a menudo de lo que te gustaría. Estos son algunos ejemplos de pensamientos a los que debes prestar atención.
Fíjate en cómo etiquetas a la gente
Etiquetar a los demás o hacer suposiciones abre la puerta al pensamiento crítico y al juicio. Cuando etiquetamos a los demás, hacemos una declaración sobre nuestras creencias, valores o necesidades insatisfechas.
Tomar conciencia del lenguaje sin elección
Cuando utilizamos las palabras "debería" o "debo", nos limitamos a nosotros mismos y podemos incluso despertar un sentimiento de vergüenza o perfeccionismo. Prueba a sustituir ese lenguaje por "quiero".
Creamos una sensación de impotencia en el lenguaje que utilizamos. Por ejemplo, "no puedo hacer esto" es diferente a "elijo no hacer esto". El primero implica que somos impotentes, mientras que el segundo significa que podemos elegir.
Piensa en tus intenciones
Cuando te quedas atascado en un pensamiento crítico, puede ser útil preguntarte cuál es tu intención. ¿Intentas protegerte a ti mismo? ¿Intentas controlar la situación? ¿Intentas sentirte mejor contigo mismo?
Tu intención no es juzgar a los demás, sino comprender sus sentimientos y necesidades.
StoryShot #4: Separar las observaciones de los juicios
Puede ser útil practicar las observaciones sin juzgarlas. Esta habilidad puede ser difícil de dominar, pero es esencial para la comunicación no violenta.
He aquí un ejemplo de cómo separar las observaciones de los juicios:
Me he dado cuenta de que has levantado la voz cuando te dirigías a mí.
Me he dado cuenta de que pareces estar enfadado por esta situación.
En la primera observación, no se emite ningún juicio. La segunda observación incluye un juicio sobre la ira de la persona.
Intenta hacer observaciones sin juzgarlas. Esta habilidad puede ser difícil de dominar, pero es esencial para la comunicación no violenta.
Los juicios bloquean la compasión por nosotros mismos y por los demás. El primer paso para desaprenderlo es reconocerlo en tus pensamientos y conversaciones cotidianas.
Comunicaciones que bloquean la compasión
- Juicios morales: correcto/incorrecto, bueno/malo
- Comparaciones: mejor que, peor que
- Negación de la responsabilidad: no debería, debe, no puede
- Lenguaje absolutista: siempre, nunca
Puede darse cuenta de estas comunicaciones escuchando las siguientes palabras y frases: debería, debe, tiene que, necesita, correcto, incorrecto, bueno, malo, mejor que, o peor que.
Cuando utilices estas palabras, intenta sustituirlas por un lenguaje más neutral. Por ejemplo, en lugar de decir "estás equivocado", puedes decir "no estoy de acuerdo".
StoryShot #5: Asume la responsabilidad de tus sentimientos
Tienes que responsabilizarte de tus sentimientos antes de poder ser realmente compasivo contigo mismo y con los demás. Esto significa que no puedes culpar a los demás por cómo te sientes. Tú eres el único que puede controlar cómo te sientes.
Por ejemplo, puedes sentirte enfadado si alguien te corta el paso en el tráfico. Sería fácil culpar al otro conductor de tu enfado, pero eso sería darle poder sobre tus emociones. En lugar de eso, puedes centrarte en cómo quieres sentirte y tomar medidas para conseguirlo.
Es posible que no puedas controlar lo que te ocurre, pero siempre puedes controlar cómo respondes.
Formas habituales de no asumir responsabilidades
Debemos ser honestos con nosotros mismos antes de poder serlo con los demás. El primer paso es reconocer cuándo no nos hacemos responsables de nuestros sentimientos. He aquí algunas formas comunes de hacerlo:
Culpar a otros o a nosotros mismos
Es tu culpa que esté enojado.
No debería sentirme así.
Justificar
Se lo merecían.
Así es como me criaron.
Excusas
No puedo evitarlo.
No es mi culpa.
Haciendo de víctima
No puedo hacer nada bien.
Esto siempre me pasa.
Castigo a
No volveré a hablar contigo.
Voy a hacer que te sientas tan mal como yo.
Minimizar
No es para tanto.
Estoy seguro de que no era personal.
Cuando no asumimos la responsabilidad de nuestros sentimientos, renunciamos a nuestro poder para cambiarlos. En lugar de reaccionar a nuestras emociones, podemos elegir cómo queremos sentirnos y tomar medidas para conseguirlo.
Formas comunes de asumir la responsabilidad
Podemos utilizar los cuatro pasos de la comunicación no violenta para responsabilizarnos de nuestros sentimientos. He aquí algunos ejemplos.
Sentir nuestras necesidades y sentimientos:
Ahora mismo me siento enfadado.
Necesito algo de tiempo para calmarme.
Expresar nuestras necesidades y sentimientos sin prejuicios:
Me enfadé cuando levantaste la voz.
Necesito algo de tiempo para calmarme antes de continuar esta discusión.
Haga una solicitud:
¿Podemos discutir esto cuando me sienta más tranquilo?
¿Estaría dispuesto a hablar de esto más tarde?
Algunas frases útiles para asumir la responsabilidad de tus sentimientos:
"Me siento ____________ porque ___________".
"Elijo ___________ porque ___________".
"Quiero ___________ porque ___________."
Al asumir la responsabilidad de tus sentimientos, estás tomando el control de tu vida y de tu felicidad.
StoryShot #6: Exponga sus necesidades y deseos en términos positivos
¿Cuál es la diferencia entre una petición y una demanda? Fíjate en cómo te hablas a ti mismo y a los demás. ¿Te parece que exiges mucho?
Solicita
Una petición es una declaración de lo que te gustaría que ocurriera, sin ninguna amenaza implícita sobre lo que ocurrirá si no se cumple tu petición.
Por ejemplo, "¿Puedes apagar el televisor?" es una petición.
Demandas
Una demanda es una declaración de lo que quieres con una amenaza implícita sobre lo que ocurrirá si no se cumple tu demanda.
Por ejemplo, "¡Apaga la televisión ahora, o la apagaré yo!" es una exigencia.
El problema de las exigencias es que suelen generar conflictos porque se basan en la suposición de que la otra persona hará lo que tú quieres que haga. Esto puede llevar a una lucha de poder y hacer que ambas partes se sientan resentidas.
Por otro lado, las peticiones se basan en la suposición de que la otra persona puede elegir lo que hace. Esto permite que ambas partes se sientan respetadas y sean más propensas a cooperar.
Algunas frases útiles para hacer peticiones:
"¿Estarías dispuesto a ___________?"
"Le agradecería que se pusiera en contacto con ___________".
"Necesito ___________. ¿Estarías dispuesto a ___________?"
Recuerda que el objetivo no es conseguir que la otra persona haga lo que tú quieres, sino expresar tus necesidades y deseos de forma respetuosa y no amenazante.
StoryShot #7: Las necesidades son universales, pero las formas de satisfacerlas no lo son
Hay una razón detrás de las reacciones de todos. Cuando no se satisfacen nuestras necesidades, reaccionamos de formas que pueden parecer negativas pero que no son más que un intento de satisfacerlas.
Por ejemplo, si te sientes triste, puede ser porque necesitas amor y conexión. Si estás enfadado, puede ser porque necesitas respeto u otra necesidad insatisfecha.
Algunas necesidades cotidianas que todos tenemos:
- Amor y conexión
- Respetar
- Autonomía e independencia
- Seguridad y protección
- Diversión y juego
- Significado y finalidad
Lo más importante es recordar que todo el mundo intenta satisfacer sus necesidades, aunque lo haga de una manera que no es útil.
Cuando vemos que todo el mundo está tratando de satisfacer sus necesidades, es más fácil entender sus reacciones y responder de forma útil, no perjudicial.
StoryShot #8: Escuchar con empatía validando y haciendo preguntas
La escucha activa es una habilidad que puede aprenderse y practicarse. Consiste en estar plenamente presente con la otra persona sin interrumpirla, juzgarla o darle consejos.
En su lugar, se centra en intentar comprender la perspectiva de la otra persona. Para ello, reflexiona sobre lo que has oído, haz preguntas y repite los puntos principales.
Por ejemplo: "Parece que estás enfadado por lo que ha pasado. ¿Es eso cierto?"
"¿Puedes decirme más sobre cómo te sientes?"
"Parece que te sientes solo en este momento".
Practicar la escucha activa puede ayudar a mejorar la comunicación y crear conexiones más profundas.
Refleja sus sentimientos y necesidades parafraseando
La validación es muy importante. Cuando la gente se siente escuchada, es más probable que esté dispuesta a oír lo que usted tiene que decir. Una forma de demostrar que estás escuchando es parafrasear lo que ha dicho la otra persona. Esto indica que entiendes lo que está diciendo y ayuda a crear confianza.
Por ejemplo: "Eso parece difícil. Puedo ver que sería muy confuso".
El objetivo no es estar de acuerdo con la otra persona, sino hacerle saber que entiendes cómo se siente.
Cómo hacer preguntas para identificar las necesidades del orador
Haga preguntas utilizando el proceso de cuatro pasos como guía.
Me he dado cuenta de que ________.
¿Te sientes ________ porque necesitas/valoras ________?
¿Le gustaría ________?
Es una forma poderosa de mostrar que realmente escuchas y quieres entender la perspectiva de la otra persona.
Responder con compasión
La compasión no es lo mismo que el acuerdo. No tienes que estar de acuerdo con las acciones o las palabras de la otra persona, pero sí puedes ver sus necesidades y responder con ayuda.
Por ejemplo: "Veo que estás muy enfadado y necesitas que te escuchen. Siento no haberte escuchado antes. ¿Puedes contarme más sobre lo que pasó?".
StoryShot #9: Considérese a sí mismo y a sus necesidades con empatía
La empatía empieza por uno mismo. ¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Hablarías a un amigo como te hablas a ti mismo?
Si no, ¿por qué no?
Te mereces la misma empatía que darías a los demás. Recuerda que todo el mundo intenta satisfacer sus necesidades. Cuando veas tus reacciones como un intento de satisfacer tus necesidades, te resultará más fácil responder de forma útil en lugar de perjudicial.
Practica la autocompasión hablándote a ti mismo con amabilidad y comprensión.
"Me siento furioso en este momento. Necesito calmarme para poder pensar con más claridad".
"Veo que me siento solo en este momento. Necesito acercarme a mis amigos y a mi familia".
"Me doy cuenta de que estoy muy disgustada por lo que ha pasado. Necesito tomarme un tiempo para procesar mis sentimientos".
Acciones que impiden la empatía
La compasión por los demás comienza en uno mismo. He aquí algunas formas de obstaculizar la empatía hacia los demás y hacia nosotros mismos.
- Juzgarse a sí mismo con dureza
- Centrarse en lo que "debería" hacer en lugar de lo que quiere hacer
- Compararse con los demás
- Despreciarse a sí mismo
- Centrarse en sus defectos
Trátese con compasión: 4 pasos
La empatía comienza con la autocompasión. Si quieres aprender a ser más compasivo con los demás, empieza por practicar contigo mismo.
Aquí tienes cuatro pasos para empezar:
- Observa tus pensamientos y emociones sin juzgarlos
- Acepta tus pensamientos y emociones sin juzgarlos
- Responde a tus pensamientos y emociones con comprensión y compasión
- Permite que tus pensamientos y emociones sean como son sin juzgarlos.
Es importante ser amable con uno mismo. Recuerda que todo el mundo intenta satisfacer sus necesidades. Cuando veas tus reacciones como un intento de satisfacer tus necesidades, te resultará más fácil responder de forma útil en lugar de perjudicial.
StoryShot #10: Deja de castigarte a ti mismo y a los demás
El miedo al castigo dificulta la buena voluntad y la autoestima. Genera actitud defensiva, resentimiento y culpa. Cuando nos castigamos a nosotros mismos, provocamos un sufrimiento innecesario. Nos convertimos en nuestros propios carceleros, viviendo en un estado constante de miedo y duda.
Si te encuentras castigándote a ti mismo o a otros, intenta ver la situación desde una perspectiva basada en las necesidades. ¿Qué necesidad no se está satisfaciendo que está causando este castigo?
Una vez identificada la necesidad, puedes empezar a encontrar otras formas de satisfacerla de forma positiva.
Castigarse a uno mismo o a los demás sólo provoca sufrimiento. Es importante recordar que todo el mundo intenta satisfacer sus necesidades. Si puedes identificar la necesidad que no está siendo satisfecha, puedes empezar a encontrar otras formas de satisfacerla que sean más beneficiosas.
Resumen final y revisión de la comunicación no violenta
La empatía no consiste en arreglar o cambiar a la otra persona. Se trata de comprenderla y aceptarla tal y como es. Cuando puedes hacer eso, conectar con ellos es mucho más fácil.
StoryShot #1: El proceso de comunicación no violenta se basa en la observación, los sentimientos, las necesidades y las peticiones.
El proceso de comunicación no violenta se basa en cuatro conceptos fundamentales: observación, sentimientos, necesidades y peticiones. Cuando se pueden entender y aceptar estos cuatro conceptos, resulta mucho más fácil comunicarse con eficacia.
StoryShot #2: Entender la diferencia entre "Yo siento" y "Yo pienso"
Hay una gran diferencia entre "siento" y "pienso". Las afirmaciones de "yo siento" se basan en observaciones, mientras que las de "yo pienso" se basan en evaluaciones e interpretaciones. Las afirmaciones de "yo siento" son mucho más útiles en la comunicación porque se basan en hechos.
StoryShot #3: Notar el pensamiento prejuicioso y el lenguaje sin elección
Uno de los obstáculos más importantes para una comunicación eficaz es el pensamiento crítico. Cuando uno está atrapado en el juicio, no puede ver la perspectiva de la otra persona. También es más probable que utilices un lenguaje sin criterio, que es perjudicial y poco útil.
StoryShot #4: Separar las observaciones de los juicios
Es esencial poder separar las observaciones de los juicios. Las observaciones se basan en hechos, mientras que los juicios se basan en opiniones. Cuando se puede hacer esta distinción, resulta mucho más fácil comunicarse con compasión y empatía.
StoryShot #5: Asume la responsabilidad de tus sentimientos
Tus sentimientos son tu responsabilidad. No puedes controlar cómo se siente otra persona, pero sí puedes controlar cómo respondes a tus propios sentimientos. Asumir la responsabilidad de tus sentimientos te hace más propenso a responder sin excusarte.
StoryShot #6: Exponga sus necesidades y deseos en términos positivos
Las necesidades y los deseos se expresan mejor en términos positivos. Por ejemplo, en lugar de decir: "Necesito que dejes de gritarme, "intenta" que me hables con voz tranquila". Cuando expones tus necesidades y deseos en términos positivos, es mucho más fácil que la otra persona entienda y responda de forma útil.
StoryShot #7: Las necesidades son universales, pero las formas de satisfacerlas no lo son
Todos tenemos las mismas necesidades básicas, pero las formas de satisfacerlas no son siempre las mismas. Es esencial ser creativo y flexible a la hora de encontrar formas de satisfacer tus necesidades. Cuando puedes hacerlo, es mucho más fácil encontrar soluciones prácticas.
StoryShot #8: Escuchar con empatía validando y haciendo preguntas
Cuando escuchas con empatía, validas los sentimientos y necesidades de la otra persona. También haces preguntas para aclarar tu comprensión. Esto ayuda a la otra persona a sentirse escuchada y comprendida, lo cual es esencial en la comunicación.
StoryShot #9: Considérese a sí mismo y a sus necesidades con empatía
Es esencial considerarse a sí mismo con empatía. Esto significa comprender y aceptar tus propias necesidades. Es mucho más fácil responder a tus necesidades cuando puedes hacerlo.
StoryShot #10: Deja de castigarte a ti mismo y a los demás
Castigarte a ti mismo y a los demás sólo crea más conflicto y daño.
Es esencial encontrar formas más realistas de satisfacer tus necesidades. Cuando puedes hacerlo, es mucho más fácil resolver los conflictos. Cuando dejas de castigarte a ti mismo y a los demás, es más probable que encuentres soluciones beneficiosas.
Reflexiones finales sobre la comunicación no violenta
La comunicación no violenta de Marshall Rosenberg es un libro que ha ayudado a muchas personas a mejorar sus habilidades de comunicación.
La comunicación no violenta le ayuda a mejorar su comunicación enseñándole a:
- Escuchar con empatía
- Separar las observaciones de los juicios
- Asume la responsabilidad de tus sentimientos
- Exprese sus necesidades y deseos en términos positivos
- Las necesidades son universales, pero las formas de satisfacerlas no lo son
- Deja de castigarte a ti mismo y a los demás
Siguiendo los consejos anteriores, puedes empezar a comunicarte con compasión. Nuestro resumen del libro Comunicación no violenta es un excelente recurso para aprender más sobre cómo mejorar tus habilidades de comunicación. Este libro es un gran recurso si quieres mejorar tu capacidad de comunicación con tus amigos y seres queridos.
¿Cuál es su comida favorita para llevar? ¿Nos hemos dejado algo importante? Háganoslo saber comentando a continuación.
Clasificación
¿Cómo calificaría la Comunicación No Violenta basándose en nuestro resumen del libro?
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Gracias por este resumen conciso que nos enseña a vivir en paz con uno mismo y con los demás.